Analice
un caso de su práctica pedagógica que ejemplifique la realidad planteada y
finalice con una reflexión
Caso: Vamos a realizar la actividad, Dalila
En el aula del 2do grado de secundaria sección “A”, hay un
grupito de 4 a 5 alumnas que tienen
las características de ser muy
autoritarias, podemos decir las líderes del aula, pero sin la
conformidad de todas al que no se
atreven a refutarlas.
Durante la clase de
F.C.C. La docente propone una
sesión de aprendizaje sobre las habilidades sociales para la resolución de
conflictos. Donde se pide que cada una de ellas
escriba un caso de manera anónima donde haya habido un conflicto de
forma personal donde se hayan sentido agredidas o fastidiadas. Luego se procede a guardar en un
ánfora todos los casos escritos. Se explica la clase y en el momento de la sesión que es el proceso se
procede a desarrollar la actividad
y se pide que formen sus equipos.
Una de ellas pregunta: Profesora nosotras mismas formaremos los integrantes del grupo, ya sabemos con quiénes trabajar.
En eso se escucha un
murmullo en el salón: No profesora usted elija, porque siempre son las mismas y
dejan de lado a algunas o nos quedamos sin equipo. Y otras se negaban a trabajar con otras compañeras de
su aula. De esa manera se escuchó más
voces que se adjuntaban al pedido.
La docente responde: como todos en el aula somos una familia
escolar debemos de respetar y comprender
las necesidades y dificultades de sus compañeras, así que no debe haber
problemas de que amiga les ha de tocar en la conformación del equipo, pues cada
una de ustedes tienes diversas habilidades. Entonces en esta ocasión realizamos un juego para
buscar a los miembros del equipo. Para ello a cada una de ustedes se le
entregara una parte de la pieza de un rompecabezas, se desplazarán por el aula
y armaran la figura que les ha tocado y ellas mismas serán las integrantes del
equipo. (Se propone este juego como primer paso de interacción)
Ya conformados los equipos curiosamente las líderes del aula estaban en diferentes equipos. Al ubicarse en su lugares de trabajo, Dalila
comento: “profesora ellas no trabajan me puede cambiar del grupo, por favor.”
(La docente recordó que en otra ocasión había hecho ese pedido al cual se
accedió porque los demás no la apoyaban). Pero esta vez la docente respondió:
tienes un equipo donde debes aprender a
resolver los conflictos y diferencias, además si hacemos lo que pides no solo
cambiaremos a tu persona sino también a los demás. Debemos respetar a todos los
equipos.
Para ello Dalila toma la decisión de no querer trabajar con su equipo, salvo en el que estaba su
amiga, persistió en su actitud y caprichosamente se alejó de los equipos y se
sentó sin querer hacer nada. Al ver que la maestra no accedía a
su pedido (capricho) se fue acercando poco a poco a su equipo que le había
tocado. A todos los equipos se entregó dos casos al azar, que ellas mismas habían redactado y debían
resolver el conflicto usando las habilidades sociales.
Para ello Dalila estaba trabajando con su equipo, pero de
vez en rato salía de su equipo para ir donde estaba su amiga interrumpiendo el
trabajo del otro equipo. La docente se acerca hacia Dalila y separando de su
equipo se pone a conversar con ella para que reflexione sobre sus acciones y el
malestar que estaba generando. Prometiendo que no se volverá a repetir además el equipo ya termino el trabajo por eso
que fui hacia otro lado. Su equipo la miro y le dijo que aún no habían hecho el
trabajo que seguían conversando y que Dalila se fue dejando que dos hagan un
caso y las otras dos hagan el otro caso. Dalila mirando a la profesora después
del comentario de sus compañeras dijo:
disculpe profesora voy a trabajar.
Al termino del trabajo cada equipo expuso su tema y en el
momento de la reflexión se daban cuenta que los casos de conflicto que era de
su misma aula habían sido resuelto sin el uso de habilidades sociales, sin la
práctica de valores, sino por el uso de la fuerza y la agresión.
Ya en el momento de la
evaluación del trabajo se entregó
una ficha de evaluación del equipo (coevaluación) y otra de autoevaluación con
una serie de indicadores donde tenían que responder sobre su trabajo
colaborativo. Dalila al ver esta ficha se sorprendió pues no cumplía en lo
mínimo con la evaluación del equipo. En cambio el de ella misma podía decir que
había ella un buen trabajo.
Al término de la sesión se explica el objetivo de la
heteroevaluación de los equipos. Dalila al ver que se retirada la maestra fue
detrás de ella para preguntar: la evaluación de su equipo vale.
La docente le dijo que si, se respeta la evaluación de los
equipos. Por ello la profesora le pidió que autocalificara, su acción durante el trabajo colaborativo de equipo y que puede recuperar las notas cambiando su forma de ser,
respetando a sus demás pares, y que lo que estaba haciendo no era adecuado.
Además de esa forma podía ser una mejor persona líder, que no someta, obliga, manda sino dirige y
acompaña para lograr su objetivo de manera conjunta.
Es probable que Dalila no vuelva a comportarse de la misma manera y que evite quedar fuera de cualquier
grupo por el temor a quedarse sin nota, aunque
ese no es el objetivo, pero de manera paulatina irá aprendiendo a valorar a sus
demás compañeras y a tomar
decisiones más asertivas, para luego
aplicarlos en su entorno social.
La educación formal influye en el
desarrollo integral del educando, también lo es la educación no formal, como la
familia, los medios de comunicación y el ambiente social. Desarrollando en el
estudiante estilos de vida llamado “degustaciones”, supuestamente la más adecuadas a su persona”.
Por ello un papel fundamental de formación es la escuela, donde deben asentar las
capacidades para poder criticar, emitir juicios, de manera autónoma a ciertas
actitudes que no favorecen a la ciudadanía para el ejercicio de una convivencia
democrática.
Por ello se hace mención a la autoridad y libertad como ideas no antagónicas en la construcción de la
ciudadanía. Según Muñoz Alonso: “La autoridad no sólo no se opone a la
libertad, sino que la supone. Una oposición entre los dos conceptos implica una
idea equívoca de la autoridad, subentendida como poder, o una falsa idea de
libertad”. Confundiendo muchas veces como ideas extremas de autoritarismo y libertinaje
que no tienen que ver con el sentido de libertad y demás valores.
Es propio encontrar en nuestros estudiantes una diversidad de actitudes positivas y
negativas, donde en alguna ocasión impongan su autoridad hacia sus compañeros,
como fue el caso de Dalila, entendida
como mando “líder”, llegando en ocasiones a
desafíen la autoridad del docente.
Sin embargo los docentes tenemos una gran labor de conseguir que nuestros estudiantes
entiendan que la autoridad se refleja en el reconocimiento hacia los demás, no solo es poder, sino sobre todo
es servicio. Y que se necesita de una sociedad que practique los valores
propios del ser humano con la capacidad de elegir porque justamente eso los
hace libres y con ello responsable de
sus acciones, basado en el respeto a la
dignidad, igualdad de derechos, la tolerancia, el diálogo, empatía, solidaridad,
etc. Hacia los demás, para Adela Cortina, los valores morales tienen características
que los distinguen de otros tipos de valores (económicos, religiosos,
estéticos).
Sin embargo es notable entender que
la educación y en conjunto con la comunidad educativa como el proceso que apoya
la mejora de la calidad de las personas
con responsabilidad de seres libres y dignos para la construcción de la
democracia.
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